¿Dejarías que alguien mate tus sueños?

No sé con exactitud de qué trate esta columna, pero tal vez al final tú, amigo lector y yo, el sujeto que no para de teclear, nos vayamos a dormir con una buena lección en la cabeza. Como todas las noches nos sentamos en aquellas oscuras y frías escaleras de concreto...