Kris DurdenDurante mucho tiempo, el ser consciente de que existo me causó una gran confusión. «Estoy vivo, pero ¿de que se trata estar vivo?» Las respuestas iban desde existir como cualquier otro organismo vivo (durmiendo, comiendo, defecando, reproduciéndose y sobreviviendo), hasta la resolución de que la vida es un error y hay que disfrutar al máximo el presente. Pero pasan los años y me doy cuenta de que no puedo alejar de mi mente la pregunta hasta que encuentre una respuesta satisfactoria. Algo de lo que realmente estuviera convencido.

La respuesta ha ido llegando en partes y la he organizado por palabras clave.

Trascender

Comencé por lo tangible, reconociendo que soy un organismo vivo que no apareció de la nada, sino que es el resultado de generaciones y generaciones de humanos no sólo fértiles, sino también capaces de trasmitir a la siguiente generación información genética e intangible. En ese punto comprendí que la vida existe para hacer trascender información.

En el primero de los casos (hablando de la información genética), se trata de una constante e infatigable cadena de prueba y error, donde sólo tenemos que reproducirnos para pasar la estafeta de lo que somos a la siguiente generación y así cumplir en un proceso natural que depura lo que ya no sirve.

En el segundo de los casos, se encuentra el hacer trascender la información. Es aquí donde las cosas comienzan a tornarse muy caóticas, pues ¿cuál es específicamente es la información que debemos hacer trascender? Me topé con la siguiente palabra clave:

Consciencia

No basta con saber que existimos, sino también debemos de ser conscientes de que nuestra existencia impacta o puede llegar a impactar en algo de lo que ya formamos parte y que parece ser casi infinitamente más grande que nosotros; lo podemos denominar humanidad. La humanidad por ahora es la consciencia del universo  (mientras no estemos seguro de que hay más vida consciente en el universo), y eso querido lector, es una responsabilidad muy grande.

Al ser conscientes de nuestra existencia podemos elegir la información que haremos trascender a las futuras generaciones. Eso que no sólo nos es útil como individuos, sino también como especie, pero…

  • ¿Qué nos funciona como sociedad?
  • ¿Cuál de la información que poseemos y que le sirve a toda la humanidad?
  • ¿De qué recursos debemos echar mano para hacer que esa información tenga un mayor alcance?
  • ¿Qué información no poseemos y tenemos la responsabilidad de buscar?

Aun con las respuestas más precisas, las cosas no son así de sencillas, pues mientras buscas dichas respuestas, también debes atender la parte sensorial y emocional. Que yo comprendo como la parte espiritual.

Espiritualidad

Porque a pesar de formar parte de la inmensa humanidad, también eres un individuo con emociones y sentimientos, y el saber vivirlos es algo que no nos enseñan. Desde pequeños nos dicen que llorar está mal, que no debemos de estar tristes, que no debemos de enojarnos, que no debemos de sentir placer cuando algo malo le pasa a alguien más. Nos enseñan que sentir cualquier otra cosa que no sea noble felicidad está mal, y nada más equivocado.

En lugar de aprender a vivir nuestras emociones y tomar el control de nuestra existencia, nos imponen figuras místicas que nos ayudan a evadir la responsabilidad de nuestra existencia. Nos hablan de planes divinos y que no debemos preocuparnos porque algo más poderoso que la humanidad tiene un plan para cada uno de nosotros. Que las cosas pasan por algo ajeno a nuestro control. Que lo mejor es reprimir lo «malo» en nosotros y dejar que una divinidad acomode las cosas de la manera que mejor le parezca.

Creo que tenemos que responsabilizarnos de nosotros, de nuestras emociones y acciones. Aprender a vivir dichas emociones y sacarles el mayor provecho posible no sólo para nosotros, sino para todos los que nos rodean. Responsabilizarnos para no desintegrarnos en nosotros mismos y terminar por no cumplir función alguna con nuestra existencia.

Con esta formación será más sencillo cumplir con los otros roles que nos competen desde el momento en que nacimos en sociedad, como ser hijo, ser hermano, ser amigo, ser pareja, ser padre o madre, ser ciudadano, ser libre, ser, ser, ser…

Valor

Dejar atrás el mundo de las ideas para traerlas a la realidad requiere mucho valor. Irónicamente pelearemos y lucharemos contra quienes atenten en su contra. Y con el mismo valor con el que defenderemos a una madre, a un hermano, a un amigo o a un hijo, defenderemos los valores e ideas que creemos llevarán a la humanidad muy lejos en este hostil, pero maravilloso viaje por el universo.

Responsabilidad

Al final estar vivo se trata de existir de manera responsable.

«Hay una ley de vida, cruel y exacta, que afirma que uno debe crecer o, en caso contrario, pagar más por seguir siendo el mismo.»

Norman Mailer

Con agradecimiento a Carlos HCh, a Evolución Terapéutica y a Francisco Xavier Garrido